Madrid. 01/04/2014.-
Según se acaba de conocer, el Juzgado Nº 84 de Madrid ha atendido la petición de unos ex empleados de Bankia de que se ordene la resolución del contrato por el «incumplimiento de los deberes de diligencia, lealtad e información» por parte de la propia entidad.
Los demandantes son dos prejubilados de Caja Madrid en 2010 y 2011 y ambos vendieron obligaciones preferentes a sus clientes mientras permanecieron en la entidad y, además, las compraron para sí.
La juez Raquel Blázquez Martín cree que la información que manejaron los demandantes era «engañosa».
El fallo se produce después de que Blesa, ex presidente de Caja Madrid asegurara ante el juez Andreu que la responsabilidad de la venta de las preferentes recaía en las propias oficinas de la Caja. «Yo siempre confié en que los directores de oficina iban a explicar claramente a sus clientes qué producto era el que le estaban ofreciendo en ese momento», señaló Miguel Blesa al juez el pasado 3 de marzo .
La sentencia, sobre la que cabe recurso, alumbra un camino inédito en el conflicto de las preferentes ya que no sólo establece que Caja Madrid incumplió sus obligaciones con los clientes, sino que a los propios encargados de venderlas, a sus propios empleados, no les facilitó información cabal y la que recibieron fue capciosa y engañosa.